top of page

CARÁCTER PROPIO colegios FRANCISCANOS

Logo.jpg

Para el desarrollo de nuestra Misión y nuestra Visión contamos con el Carisma Franciscano, que nos mueve a ser "instrumentos de paz", de verdad, de alegría, de fraternidad y de respeto, de sencillez y templanza; a reconocer a Dios como Sumo Bien, a amar a toda criatura, cantando con San Francisco de Asís: “Loado seas, mi Señor, por todas tus criaturas”.

​

​

​

IDENTIDAD

 

Desarrollamos una escuela cristiana con “sello” franciscano desarrollar una función social  promover un estilo de persona y sociedad según los valores franciscanos:

  • La fraternidad con la humanidad y la creación entera.

  • La formación de personas libres.

  • La justicia y la solidaridad.

  • La paz y la convivencia.

 

 

EDUCACIÓN QUE OFRECEMOS

 

Educación personalizada

​

  • El alumno necesita ayuda y apoyo en su proceso formativo, pero él es el principal agente de este proceso, el principal protagonista del propio crecimiento. Este estímulo y esta ayuda deben ser personalizados, adaptados a las necesidades de cada alumno.

  • La Escuela Franciscana, al situar en el centro DE SU MISIÓN a cada uno de sus alumnos, es consciente de que su finalidad es favorecer el crecimiento y la maduración de cada uno de ellos en todas sus dimensiones: física, intelectual, afectiva, social, ética y trascendente. 

  • En esta labor que nos implica tanto a los educadores como a los padres junto a los alumnos.

  • A lo largo de este proceso educativo personalizado, y teniendo en cuenta la edad y madurez de los alumnos, nos proponemos orientar y acompañar al alumnado en el descubrimiento y realización de un proyecto de vida realista y orientado hacia los demás.

​

​

Educación integral

​

En nuestra acción educativa, queremos favorecer la integración de la personalidad y la promoción de todas las facultades del alumno:​

  • El desarrollo físico, intelectual y afectivo que supone:

    • ​el conocimiento, la aceptación y la superación de sí mismo,

    • el  estímulo de la sensibilidad, y la creatividad

    • la expresión y la comunicación de las emociones y sentimientos.

    • la relación de cooperación y comprensión para con los demás

    • el ejercicio de la libertad y la responsabilidad en la vida social.

    • la inquietud por la búsqueda de la verdad que favorezca la interpretación y valoración de la realidad, la inserción crítica en el contexto sociocultural y el ingreso en el mundo del trabajo.

    • el espíritu crítico para que sea consciente y responsable de sus ideas.

 

  •  La educación ética y abierta a lo trascendente que ayude al alumno a afrontar el miste­rio de su existencia,  a abrir horizontes nuevos a la vivencia e interpretación de la realidad personal, huma­na y del mundo  y a descubrir el fundamento de nuestra esperanza.

 

  • El descubrimiento de valores y la formación de actitudes sabiendo que su trasmisión se realiza fundamentalmente por el testimonio. Pretendemos que los alumnos no sólo aprendan a pensar y a ha­cer, sino sobre todo a ser y a compartir desde unos criterios valorativos que vayan descubriendo y asumiendo con libertad y responsabilidad

 

  • Una educación más allá del aula y del horario lectivo, fomentando  aquellas actividades escolares y extraescolares que favore­cen la educación en el tiempo libre y despierten intereses y aficiones según las diversas edades de los alumnos, promoviendo la formación de grupos formativos, asociaciones, la organización de jornadas y actividades culturales, la participación de la escuela en con­cursos literarios y artísticos, la colaboración en obras y servicios de promo­ción social, etc.

 

  • Esta educación humanista implica una metodología didáctica  abierta y flexible, consecuente con los objetivos que perseguimos en la formación  integral. Una metodología capaz de integrar en cada momento los avances pedagógicos, innovadora y en estrecha colaboración con otras escuelas de características semejantes.

 

 Como principios metodológicos tenemos en cuenta:

 

  • Proponer un aprendizaje  significativo  que responda a los intereses de los alumnos, favo­reciendo el enriquecimiento progresivo y evolutivo de sus estructuras intelectuales.

  • Suscitar y estimular la actividad, y propiciar el descubrimiento de capacidades y la práctica de destrezas en el mundo de la investigación, el arte y el uso creativo del tiempo libre.

  • Favorecer la expresión y la comunicación en el lenguaje propicio de los alumnos.

  • Promover un aprendizaje basado en el interés y la motivación constante, sin excluir el esfuerzo personal en el trabajo individual y de grupo.

  • Fomentar la iniciativa y la espontaneidad de los alumnos.

  • Ayudar a comprender y aceptar las reglas de juego del trabajo en común: respeto, orden y autodisciplina.

  • Fomentar la autonomía en el trabajo y la autoevaluación.

​

​

Educación cristiana

​

Nuestra propuesta educativa incluye una referencia explícita a algu­nos valores que informan toda una concepción del ser humano y le ayudan a dar una interpretación del mundo coherente con la fe.

 

En concreto, nos referimos a los siguientes valores y actitudes:

  • Actitud de acogida entre educadores, alumnos, y familias, evitando cualquier discriminación por motivos intelectuales, religiosos, económicos, sociales y culturales.

  • Atención preferente para todos aquellos alumnos, familias, y secto­res sociales más necesitados.

  • Gratitud y alegría, afrontando positivamente las dificultades de la vida.

  • Creatividad y espíritu de renovación, huyendo de la rutina, la indiferencia y el conformismo.

  • Amor al trabajo como forma concreta de entrega personal y de servicio a los demás.

  • Participación ilusionada en la labor educativa, haciendo real y vi­sible la corresponsabilidad entre todos los que convivi­mos en la escuela.

  • Conciencia del compromiso en la construcción de un mundo más humano.

 

Impartimos enseñanza religiosa que  supone un estudio sistemático de la religión cristiana, y en concreto de la religión católica. Con ella queremos dar respuesta a los grandes interrogantes existenciales que se le plan­tean a la persona humana. Contribuimos a la formación de una actitud crítica y comprometida respecto a la sociedad.

           

La propuesta educativa franciscana es una invitación que los alumnos pueden acoger libremente y con sentido crítico. Se trata de una oferta que respeta a la persona, favorece la libertad de alumnos, profesores y padres, y tiende a suscitar una opción personal y responsable.

​

​

Educación en valores franciscanos

​

Esta educación supone iniciar a los alumnos en la vivencia de la amistad y fraternidad solidaria y educar para una reflexión e interioridad que ayude a descubrir el Evangelio.

 

Las líneas pedagógicas que impulsan el proceso son:

 

  • La primacía de la voluntad sobre la razón,

  • La fraternidad sobre el individualismo

  • El predominio del amor sobre el egoísmo,

  • El ser sobre el tener,

  • La contemplación, el respeto, la admiración de lo creado como lugar de la manifestación de las maravillas de Dios y escuela para construir la fraternidad universal,

  • Ser instrumentos de paz en el mundo.

 

​

Educación en fraternidad

​

Concebimos nuestra comunidad escolar como una familia animada por los educadores, en la que participan activamente los padres y cuyo núcleo central son los alumnos. Nuestra Comunidad Educativa es algo en construcción. Por ello, queremos:

 

  • Promover un proceso de convergencia para lograr una visión común de la educación y del estilo franciscano, partiendo del consenso sobre los valores humanos básicos y procediendo luego hacia los valores objetivos más explícitamente cristianos.

  • Reforzar el sentido de pertenencia y la corresponsabilidad en la elabora­ción y puesta en práctica del Proyecto Educativo.

  • Cuidar la formación permanente de cuantos componemos la Comunidad Educativa mediante la maduración de la mentalidad cristiana y el espíritu de Francisco de Asís.

  • Potenciar el papel central de la Comunidad de Fe en el seno de la Comuni­dad Educativa y llevar a cabo su inserción activa en la realidad más amplia de la Iglesia local y de la sociedad.

 

 

En este sentido creemos que la relación entre familia y escuela enriquece la comuni­dad educativa y es de una importancia capital. Nuestra concepción de escuela como complemento de la familia nos exige que establezcamos una relación cercana entre familia y escuela a través del intercambio y la cooperación entre padres y educadores, con el ob­jetivo de conseguir una acción educativa coherente. Por eso la acción educativa escolar requiere una intensa relación entre padres y educadores. Esta cooperación mutua se ha de fundamentar en una relación constante entre padres, tutores, profesores y dirección de la escuela. Esta relación da fecundidad y coherencia a la acción educativa y contribuye a conseguir un buen nivel de calidad en la formación integral de los alumnos.

​

​

Educación inserta en la realidad

​

De acuerdo con este criterio, pretendemos:

 

  • Crear un ambiente que ofrezca a todos la posibilidad de ejercer la cooperación y la solidaridad, de comunicarse con los demás y de expresar las pro­pias convicciones y experiencias.

  • Ahondar en el estudio de la realidad social, sus fuerzas y sus opciones ide­ológicas, y orientar a los alumnos en la lectura serena, objetiva y crítica de esa realidad y de los hechos y criterios que la configuran.

  • Favorecer el desarrollo de la cultura juvenil y dar a los alumnos la oportu­nidad de madurar su personalidad mediante el contacto activo con el mundo de los jóvenes y con los bienes de la cultura.

  • Ayudarles a descubrir y apreciar los valores de la familia como lugar privile­giado de relación interpersonal y como elemento básico de la sociedad.

  • Promover su preparación humana para que adopten una actitud decidida y valiente en la sociedad.

  • Colaborar activamente en el necesario cambio social, en orden a conseguir una más justa distribución de los bienes en el mundo, superar la actual mar­ginación de pueblos y grupos sociales, y trabajar por el respeto y la promo­ción de los derechos fundamentales del hombre.

​

​

Educación como misión compartida

​

Alumnos, padres, profesores, entidad titular y personal de administración y servicios, realizamos conjuntamente una tarea que nos aglutina y hace converger nuestros esfuerzos e ilusiones: la formación integral de los alum­nos, eje y centro de la acción educativa. Pero el logro de este objetivo requiere la aportación de todos, en un clima de aceptación y respeto mutuos, de servicio a una causa común. Esta participación coordinada y corresponsable de las diversas personas y grupos es fundamental para construir nuestra Comunidad Educativa.

​

bottom of page