Este miércoles por la mañana recibimos la visita de un miembro de la Policía Local de A Coruña que nos vino a hablar sobre educación vial.
Con él aprendimos que nuestra toma de decisiones viene determinada por la corteza prefrontal, zona del cerebro donde se alojan las áreas más relevantes involucradas en las funciones ejecutivas, responsable también del control de impulsos. Dicha zona culmina su desarrollo durante la adolescencia tardía. Es por esto que nuestras decisiones adolescentes llevan mayor impulsividad y menor control del riesgo.
La presión de grupo nos puede llevar por mal camino si en un momento dado seguimos la corriente y nos subimos al coche de alguien que conduce bajo los efectos del alcohol... Así que, mientras nuestra corteza prefrontal siga su proceso de maduración, nos pensaremos tres veces si la decisión que tomamos es la adecuada.
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