Este 27 de octubre, día del Espíritu de Asís, hemos detenido nuestra mirada en Ucrania y en quienes sufren el desastre de la guerra.
Desde hace 36 años, rezamos juntos por la paz, recordando aquella jornada de 1986 en la que el papa Juan Pablo II reunió a líderes de multitud de religiones del mundo para orar juntos por la paz, cada uno a su manera, pero unidos y decididos. Así, nosotros nos hemos reunido hoy en nuestra iglesia para tener muy presentes a esas familias que han pasado semanas encerradas en sótanos, que han visto sus casas bombardeadas o han sido obligadas a separarse con de forma cruel y a abandonar su tierra.
Anna y Nagore, miembros de la Asociación AGA-Ucraína, nos han emocionado con su testimonio y su fuerza para seguir luchando día a día por aliviar en lo posible el sufrimiento de quienes padecen las consecuencias de la guerra en Ucrania. No sólo hemos rezado con ellas, sino que también hemos lanzado una campaña solidaria de recogida de material que AGA-Ucraína se encargará de hacer llegar a la zona de conflicto.
Haznos, Señor, instrumentos de paz.
Comentarios